El 30 de Diciembre 9 indígenas Tumandok fueron asesinados y otros 17 fueron arrestados en una operación llevada a cabo por la policía y el ejército filipino en varias comunidades Tumandok de Tapaz, Capiz y Calinog, Iloilo. Estos hechos ocurrieron desde el amanecer, cuando la comunidad dormía, hasta media mañana.
(Captura de pantalla de la conferencia de prensa online sobre el asesinato y arresto en masa de indígenas tumandok ocurrido el 5 de Enero.)
Los asesinados y arrestados eran líderes y miembros de la organización Tumanduk, una alianza de 17 comunidades de pueblos indígenas en las provincias de Tapiz e Iloilo. Uno de ellos es Roy Giganto, el presidente de Tumanduk y concejal del barangay de Lahug, en Tapaz, Capiz.
Todos ellos eran “líderes indígenas bien conocidos”, en sus respectivos barangays, los cuales se oponían a la militarización y violación de derechos en sus comunidades y eran activos en la lucha contra el acaparamiento de tierras y la construcción de la Mega Presa de Jalaur, en Calinog, Iloilo.
La Comisión Filipina de Derechos Humanos (CHR por sus siglas en inglés) ha lanzado una investigación sobre el incidente. A través de la Región VI de la CHR, la comisión está en proceso de recopilar documentos y declaraciones juradas “para esclarecer si se cometieron violaciones de derechos humanos y, en última instancia, lograr la rendición de cuentas de todos aquellos declarados como responsables de haber causado tal afronta a los derechos y la dignidad humana”.
El 5 de enero organizaciones de pueblos indígenas con base en Filipinas, junto con IPRI y otras organizaciones de derechos humanos, dieron una conferencia de prensa virtual para proporcionar más detalles sobre los asesinatos y arrestos masivos de indígenas Tumandok.
Analyn Giganto, esposa del líder Tumandok asesinado Roy Giganto, apareció en la rueda de prensa en línea y narró cómo presenció el asesinato de su marido. Analyn dijo que se despertó a las 4 de la mañana debido a que había gente entrando a la fuerza en la casa y gritando “¡Asalto, asalto!”.
“Nos obligaron a salir fuera de casa, con excepción de Roy. Entré en la casa y le vi disparar a Roy”, narró. De acuerdo con Analyn, los policías armados les ordenaron, incluyendo a su hija de 3 años, tumbarse boca abajo en el suelo, y le impidieron preparar leche para su bebe de un año. Fueron mantenidos fuera de casa con excepción de Roy, y a alrededor de las 10 de la mañana los policías sacaron a Roy de casa.
Varios pueblos indígenas y grupos de derechos humanos en Filipinas han condenado los ataques contra los pueblos indígenas en el país y han solicitado justicia para las víctimas. Tinay Palabay de Karapatan, una organización nacional de derechos humanos, hizo también un llamamiento a la Corte Suprema para que investigase la emisión indiscriminada de órdenes de busca y captura que legalizan los asesinatos, búsquedas, arrestos y detenciones de Pueblos indígenas y activistas de derechos humanos en el país.
Palabay enfatizó que esto no era un incidente aislado en el que desde Metro Manila se emiten órdenes judiciales de implementación en áreas provinciales que acaban en asesinatos, arrestos y violaciones de derechos. En muchos de estos casos, dijo Palabay, las fuerzas estatales emplean abusos y uso innecesario de la fuerza, así como ataques a personas de cara a implementar las órdenes.
Joana Cariño, co-presidenta de Sandugo, condenó los ataques contra los indígenas Tumandok y demandó que los perpetradores sean llevados a la justicia.
“Tumanduk es una organización legítima de pueblos indígenas que luchan por sus derechos democráticos a la tierra y la autodeterminación. No son terroristas”, dijo Cariño.
Mientras tanto, el Coordinador Nacional de IPRI en Filipinas, Prince Turtogo, llamó a las agencias de los gobiernos locales y nacionales “a llevar a cabo investigaciones veloces, imparciales y precisas para que aquellos a cargo de arrestos y asesinatos sistemáticos rindan cuentas y se ponga fin a la criminalización de Pueblos Indígenas en el país”.
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