"Me siento empoderada después de aprender sobre mis derechos como mujer indígena. Tengo esperanza para mí y para mi comunidad de que no perderemos nuestras casas. Me siento animada por el firme apoyo de abogados y organizaciones de la sociedad civil".
Estas fueron las palabras de Crispin Babirye, una mujer indígena cuya familia y comunidad se enfrentan a un inminente desalojo de sus tierras tradicionales para dar paso a los planes del gobierno de Uganda de tomar las tierras donde se encuentra su manantial termal natural para el ecoturismo. Crispin fue una de las participantes de una serie de actividades en 2021 sobre sensibilización, creación de capacidades, fortalecimiento comunitario y consultas legales comunitarias llevadas a cabo por la Fundación para el Desarrollo y el Empoderamiento de la Comunidad (FOCODE), con apoyo de Derechos de los Pueblos Indígenas Internacional (IPRI).
Crispin y su comunidad están viviendo la esencia del empoderamiento de las mujeres para la protección del medio ambiente y un futuro sostenible, lo que está en consonancia con el tema de las Naciones Unidas para el Día Internacional de la Mujer de este año, "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible", y con el tema de este año del 66º periodo de sesiones de la Comisión para la Condición Jurídica y Social de la Mujer: "Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas en el contexto de las políticas y los programas relativos al cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres".
Antecedentes
Los manantiales termales de Kitagata están situados en el suburbio de Kitagata, distrito de Sheema, Ankole, en el occidente de Uganda. El manantial termal siempre ha sido parte integral de la vida de las comunidades que la rodean, indluyendo a los indígenas Batwa y los Basongoro. Para estas comunidades, el manantial termal es un regalo de Dios a la humanidad que debe ser disfrutado por todos, protegido y preservado. Cientos de habitantes locales que creen que el agua tiene efectos curativos para una gran cantidad de dolencias, como enfermedades de la piel y dolores de articulaciones, lo visitan a diario. El setenta y cinco por ciento (75%) de los usuarios de las aguas termales son mujeres. Ya que se suman turistas a la multitud que acude diariamente a las aguas termales, las y los habitantes locales han montado negocios a su alrededor, el 95% de los cuales son gestionados por mujeres.
En 2019, se publicó información que señalaba que el gobierno de Uganda, a través del Ministerio de Energía y Turismo, negociaba un acuerdo con una empresa inversora de Hungría para desarrollar siete manantiales termales situados en comunidades indígenas Batwa y Basongoro, incluido el de Kitagata. El desarrollo previsto incluye la construcción de piscinas, balnearios, saunas, alojamientos modernos, zonas de descanso, restaurantes y otras infraestructuras para actividades de ocio. El 19 de marzo de 2021, el Comisario Residente del distrito de Sheema se reunió con los habitantes y les notificó el proyecto de desarrollo. Durante la reunión, se informó que, para que el desarrollo se lleve a cabo, los usuarios de los manantiales y los residentes de los alrededores tendrán que irse para facilitar su desarrollo.
Violación a derechos humanos y destrucción del ambiente
El plan de Desarrollo fue realizado sin el consentimiento previo, libre e informado de los indígenas Batwa y Basongoro, y sin consulta con otros habitantes afectados. Llevará al desplazamiento de 2500 personas de sus hogares y de su modo de vida, y a la restricción de acceso al manantial termal. El plan de desarrollo tampoco comprende medidas claras y aceptables de reubicación y compensación. Las mujeres, que son el 75% de las personas beneficiarias del manantial termal y el 95% de las personas propietarias de los pequeños emprendimientos de los alrededores, son las más impactadas de manera negativa.
Asimismo, la construcción de infraestructura y los residuos de todas las actividades turísticas que están planeadas contaminarán el agua y el ambiente. Tal y como está ahora, las y los indígenas Batwa y Basongoro, así como las otras personas residentes en el área, están preocupados por los impactos del cambio climático. En los últimos tiempos, han notado que el agua del Río Ngaromwenda, que suministra agua a los manantiales, se entibia cuando llueve y eleva su volumen de forma anormal. La construcción de la carretera Ishaka-Kitagata-Kagamba también interfirió con el flujo natural del sistema de manantiales termales cuando el sistema de agua del humedal fue desviado durante la construcción. Con los planes de desarrollo turístico, se teme que se incremente la contaminación, que se ponga en riesgo la biodiversidad y que se acentúe el impacto del cambio climático.
A pesar de estas preocupaciones, el gobierno de Uganda está empeñado en proseguir con el plan sin importar sus compromisos de proteger los derechos humanos y el ambiente, especialmente bajo el derecho internacional. Uganda se adhirió a los tratados fundamentales de derechos humanos, incluyendo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Internacional para eliminar todas las formas de Discriminación Racial, entre otros. En estos tratados se encuentra incluído el derecho de los pueblos a la autodeterminación, el cual, si se aplicase al caso de las comunidades alrededor del manantial termal de Kitagata, incluiría su derecho a tomar decisiones obre cualquier forma de desarrollo o programa que afecte el manential termal.
Ugando no ha adoptado la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP, por sus siglas en inglésni ha retificado el Convenio 169 de la OIT que garantiza los derechos de los pueblos indígenas y tribales. En consecuencia, persiste con su no reconocimiento de los pueblos indígenas. Incluso sus leyes nacionales son débiles u omisas en relación con la protección de los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, el Artículo 31 de su Constitución de 1995 mandata al gobierno para tomar medidas afirmativas en favor de grupos históricamente desfavorecidos y discriminados, lo que comprendería a los diferentes grupos indígenas del país. Además, la Ley de Tierras de 1998 y el Estatuto Ambiental Nacional de 1995 protegen los usos tradicionales de la tierra. Esto también abarcaría la propiedad tradicional de los pueblos indígenas sobre sus territorios tradicionales.
Mas aú, Uganda es Estado parte de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, de la cual deriva la autoridad del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas y Minorías en África. Bajo esta Carta (y bajo el derecho internacional), Uganda tiene la obligación de proteger y promover los derechos de toda su población, incluyendo a los pueblos indígenas. Los derechos de los pueblos indígenas están establecidos en la Declaración de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, y aún si Uganda no adopta la Declaración tiene el derecho de proteger los derechos de los pueblos indígenas como está enunciado en ella.
Fortaleciendo a las mujeres y a las comunidades
Existe una extendida oposición al proyecto por parte de la gente que se verá afectada. Sin una organización y unidad que consolide sus voces y proporcione guía a sus posicionamientos, están a merced de ponderosas fuerzas del gobierno que no dudarán en usar la fuerza y la violencia para imponer el desalojo de las comunidades. En 2021, FOCODE, parcialmente apoyada por IPRI, lanzó una serie de acciones para sensibilizar a las mujeres sobre sus derechos y construir capacidades para enfrentar las injusticias ambientales, afirmar sus derechos fundamentales y negociar con el gobierno, y organizarse para fortalecer la posición comunitaria. El apoyo también incluyó los servicios de mujeres abogadas que proporcionaron asesoría jurídica y apoyo.
Luego de una capacitación de dos días, las participantes de Kitagata formaron un comité de protección compuesto por 15 mujeres. Este comité trabajará para la protección y el avance de los derechos de las mujeres en relación con el desarrollo del manantial termal, en la reivindicación de la participación de las mujeres en las negociaciones y la toma de decisiones y en la toma de acciones para prevenir o reparar cualquier violación a derechos humanos. Este comité de protección trabajará estrechamente con mujeres abogadas, especialmente para enfrentar los inminentes desalojos forzados de las personas residentes en Kitagata. Una de las participantes, Dorothy Nakato, expresó que “ahora nos sentimos con más confianza y conocimiento para relacionarnos con agencias del gobierno, y para hablar de nuestros derechos”.
Además de sensibilizarlas sobre sus derechos fundamentales, derechos sobre la tierra, derechos de los pueblos indígenas y derechos de las mujeres, las participantes en las actividades organizadas por FOCODE lograron:
- Desarrollar un plan de acción para la promoción y protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y otras personas residentes afectadas. El plan incluye realizar actividades como reunions, mesas redondas con diferentes actors interesados, capacitaciones y campañas de información para garantizar que los derechos de las mujeres indígenas sean protegidos y promovidos;
- Potenciar la formación de redes y la comunicación entre las comunidades indígenas, las personas líderes del Distrito y dirigentes de los ministerios de energía y turismo, así como la empresa húngara que emprenderá el proyecto de los manantiales termales de Kitagata.
- Aumentar la sensibilización sobre los derechos de las mujeres indígenas a través de la campaña de medios. FOCODE ha incorporado los derechos de las mujeres indígenas en sus campañas mediáticas, incluyendo programas de radio y spots. Como resultado de ello, más mujeres indígenas están tomando conciencia de sus derechos.
Más importante aún, resultó en el establecimiento de la Red de Mujeres Indígenas (Indigenous Women Network, IWONET), conformada por mujeres indígenas, defensoras de derechos humanos, mujeres activistas y líderes a todos los niveles que trabajarán para la promoción y protección de los derechos de las mujeres, incluyendo los de las mujeres indígenas. IWONET apoyará a las mujeres indígenas en Uganda para elevar voces más fuertes que reclamen la implementación de la Declaración de Beijing y su Plataforma de Acción. Las mujeres indígenas de Uganda incluyen a comunidades antiguas de cazadores y recolectores, como los Benet y los Batwa, también conocidos como Twa. También comprenden a grupos minoritarios como los Ik, los Karamojong y los Basongora. Los Benets, que son poco más de 8 500, viven en el noreste de Uganda. Los Batwa, que son cerca de 6 700, viven principalmente en la region suroeste, en los distritos de Bundibugyo, Kisoro, Kanungu, Kabale y Rubanda. Ellos fueron despojados de sus tierras ancestrales cuando los bosques Bwindi y Mgahinga fueron declarados parques nacionales en 1991. Los Ik son aproximadamente 13 939 y viven a la orilla de la región Karamoja / Turkana, a lo largo de la frontera entre Uganda and Kenya. Los Karamojong viven en el noreste y son cerca de 988 429. Los Basongora, que son alrededor de 15 897, son una comunidad ganadera que vive en las zonas bajas adyacentes a la montaña Rwenzori Mountain en el oeste de Uganda. La red, que ahora está totalmente operacional, es coordinada por una Coordinadora Nacional y apoyada por otras tres integrantes del staff que trabajan como voluntarias.
Desafíos permannetes y necesidades
Mientras las mujeres en Kitagata están adquiriendo fuerza y unidad, ellas y sus comunidades siguen enfrentando un inminente desalojo de sus hogares y sus tierras por parte del gobierno con el apoyo de Hungría. La pandemia de COVID19 está empeorando la situación, pues ellas también enfrentan los impactos de salud y económicos de la pandemia, así como las restricciones del gobierno que ponen en riesgo su modo de vida y su movimiento. El acceso a servicios de salud e implementos médicos es una preocupación principal e inmediata, y esta situación pone pausa a sus esfuerzo para organizarse y lidiar con otro gran problema – elproyecto de desarrollo en el manantial de Kitagata.
Además de esto, la comunidad carece de recursos para incidencia y campañas, para continuar con la construcción de capacidades, la sensibilización y el apoyo legal. Las mujeres también sienten que una voz más fuerte de la comunidad internacional es necesaria para llamar al gobierno de Uganda a asegurar la plena protección de los pueblos indígenas, incluyendo los derechos de las mujeres, en relación con el plan de desarrollo de las aguas termales de Kitagata.
Aunque enfrentan varios retos, las mujeres se han comproemtido a implemetar el plan de acción que desarollaron, lo que incluye:
- Fortalecer la capacidad de los comités que fueron establecidos mediante las capacitaciones en seguridad, movilización de recursos y eventuales capacitaciones sobre derechos de las mujeres.
- Fortalecer la Red de Mujeres Indígenas (IWONET) para alcanzar su vision de una Sociedad con mujeres indígenas empoderadas, con iguales oportunidades of a society with empowered Indigenous Women, con la igualdad de oportunidades como estrategia para alcanzar el desarrollo sostenible.
- Fortalecer la capacidad de ls Coalición para el Avance de los Derechos de las Mujeres (CAWORI). Las integrantes de la coalición incluyen a mujeres en lo individual de la comunidad de Kitagata, mujeres integrantes de los comités de protección, mujeres abogadas, mujeres líderes y representantes de la sociedad civil, el secotr privado y el gobierno. Una vez fortalecida, la coalición trabajará para la promoción y protección de los derechos de las mujeres.
- Campañas mediáticas, conferencias de prensa y otras actividades para complementar los esfuerzos de incidencia.
“Continuamos fortaleciéndonos en el territorio, pero seguimos estando vulenrables ante la amenaza de unos fuertemente financiados y organizados gobierno y corporación extranjera. Necesitamos más apoyo internacional para llamar la atención sobre nuestros llamados, y proporcionarnos asistencia para afrontar los innumerables retos que tenemos en el terreno”: Florence Tumusiime.
Mientras el mundo celebra a las mujeres, elogiamos el valor de las mujeres de Kitagata. Su cruzada por el respeto pleno de sus derechos, la protección de sus recursos naturales y la protección de su comunidad ante desarrollos que destruirían sus vidas, cultura y medio, son los pequeños esfuerzos que contribuyen a las acciones más amplias para mitigar los riesgos, si no prevenir el cambio climático y garantizar un futuro sostenible.
P.D. Mayor información sobre la situación de las mujeres indígenas y las comunidades afectadas por el Proyecto del manantial termal de Kitagata, así com oposible apoyo para las mujeres de Kitagata, puede ser canalizada a través de:
1. FOCODE (Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
2. IWONET (Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. )