La Organización Global de Pueblos Indígenas Indigenous Peoples Rights International (IPRI) denuncia el reciente asesinato del jefe de la aldea Tumandok, Julie Catamin, y el brutal ataque contra Angelo Karlo Guillen, uno de los asesores legales del pueblo Tumandok que fueron arrestados en las mortales redadas policiales de diciembre 2020.
El 28 de febrero, Catamin fue asesinado a disparos por atacantes, mientras viajaba en motocicleta a su hogar en la ciudad de Calinog en Iloilo. De acuerdo a los reportes, Catamin fue convocado al destacamento militar el 25 de febrero y se le advirtió que no solicitara ayuda de la iglesia ni de organizaciones militantes como Bayan Muna. También se reportó que los miembros de el Grupo de Investigación y Detección Criminal de la Policía Nacional de Filipinas la estaban buscando antes de su asesinato.
Previo a las supuestas amenazas y su asesinato, Catamin denunció abiertamente a las autoridades en redes sociales que estas habían arrestado a cuatro residentes de su pueblo por haber plantado armas de fuego y explosivos. “Ellos fueron arrestados y esposados. Balas y armas de fuego fueron plantadas y sus casas fueron destruidas. ¿Cuál justicia? Hago un llamado de ayuda a cualquier agencia de gobierno que pueda ayudarme”, Catamin escribió en su publicación en Facebook.
Solamente tres días después del asesinato de Catamin, sospechosos no identificados persiguieron, atacaron y apuñalaron al abogado de 33 años, Guillen, con un destornillador en su sien izquierda. Los sospechosos tomaron su mochila y un maletín que contenía su computadora portátil y sus documentos.
Además de representar a los miembros del pueblo Tumandok que fueron arrestados, Guillen también era el abogado en una de las 37 peticiones que cuestionan la constitucionalidad de la Ley Anti-Terrorismo ante la Corte Suprema.
Defend Panay Network, organización socia de IPRI en las Filipinas, manifestó en un pronunciamiento a IPRI que los ataques contra los Pueblos Indígenas y sus aliados no son una coincidencia, ya que revelan un patrón extremadamente evidente como para ignorarlo.
“La apuñalada de Atty AK Guillen, poco después del asesinato de la Jefa de Barangay, Julie Catamin, sigue un claro patrón del esfuerzo de eliminar o descarrillar las investigación sobre lo que realmente ocurrió durante las operaciones policiales coordinadas en diciembre 2020”, explica Defend Panay Network. Además, el despido del jefe del laboratorio criminal de Western Visayas PNP después de haber revelado al público que siete de los líderes Tumandok asesinados resultaron negativos en las pruebas de parafina, concuerda con el patrón.
La Directora de IPRI, Joan Carling, declaró que los ataques continuos contra los pueblos indígenas, como los Tumandok y Lumad, así como los defensores de los Pueblos Indígenas refleja la cultura de impunidad prevaleciente en las Filipinas.
“Quieren silenciar completamente y debilitar al movimiento de los Pueblos Indígenas en el país mediante el encarcelamiento o asesinatos de los Pueblos Indígenas y de sus aliados, uno a uno. No podemos y no debemos hacer la vista gorda a estas graves violaciones de derechos humanos cometidas contra los Pueblos Indígenas” enfatizó Carling.
IPRI hace un llamado a los ciudadanos que valoran la paz para que exijan poner fin a esta impunidad y se busque la justicia y la democracia.
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